Hoy hace aproximadamente 10 meses desde que mi familia y la gente que me quiere me dijo que necesitaba ayuda, que si la buscaba en un profesional me iba a alegrar. Mi respuesta era siempre que no, que yo no estaba ´´loco« y que no estaba tan mal, simplemente que era una mala racha. Los días siguieron pasando y mi desesperación, tristeza y bloqueo lejos de remitir, crecían y se extendían. Un día, en el que me rompí por completo, estando con mi madre en mi habitación decidí dar el paso. Al día siguiente mi madre se puso en contacto con Promethea, en concreto con Rocío, que ya la conocía gracias a mi hermano, ya que era su psicóloga. Mi hermano siempre me había dicho que Rocío le había cambiado la vida así que acepté empezar mi proceso con ella, aunque con cierta reticencia al principio ya que estaba en un estado de bloqueo increíble.

A día de hoy puedo decir que es la mejor decisión que he tomado en mi vida. Desde el primer momento conecté con Rocío y conforme avanzaban las sesiones me sentía más capaz de utilizar todas las herramientas que iba aprendiendo con ella. Mi vida dejó de ser una lucha conmigo mismo y empezó a ser un tablero de juego donde cada vez me encontraba mejor. Una de las cosas que cambió y mejoró por completo fue la relación con mi entorno, con mi familia, amigos y pareja. Empecé a encontrarme mucho mejor dentro de mi contexto y aprendí a mirar la vida desde perspectivas que ni me había planteado anteriormente.

Es por todo esto que quiero agradecer a Promethea, y en especial a Rocío el haberme enseñado a VIVIR porque lo que estaba haciendo antes era SOBREVIVIR.

¡¡¡Feliz Aniversario Promethea!!!

Tras cuatro meses de terapia, puedo decir que acudir a Promethea ha sido una de las mejores decisiones que he tomado. El trato es agradable y la ayuda es todo lo que estaba buscando

Gracias a vosotros y a tí, en particular, Ester, mi vida tiene un antes y un después.

He tomado conciencia de mis problemas y me has proporcionado las herramientas para afrontarlos.

Gracias las sesiones de terapia que hemos tenido, he podido responder a situaciones, que, antes de la terapia, me hubieran desbordado.

Mi autoestima ha mejorado y tengo los medios para cambiar, para dejar de ser aquél Domingo que he sido.

Gracias Ester, gracias PROMETHEA.

Mi experiencia en Promethea ha sido muy positiva. Destacaría sobre todo el trato, el compromiso y la dedicación que tienen con sus pacientes. Desde la primera sesión con Carmen me sentí gratamente arropada por su gran profesionalidad. Me han ayudado a sentirme mejor conmigo misma y a trabajar para hacer frente a esos problemas que nos hacen perder calidad de vida.

Para mí son un centro de psicología de referencia y sé que puedo contar con ellas hasta cuándo las circunstancias no acompañan.

Para mí ha supuesto tranquilidad en muchos aspectos: con mis conocidos, con mi cuerpo y con mi vida académica. Me ha ayudado a quererme y respetarme.

Al principio me daba un poco de miedo, pero ahora sé que empezar una terapia fue la mejor decisión. Siento que he crecido como persona y que ahora soy capaz de afrontar cosas que antes no podía.

Promethea ha sido muy importante para mí debido a que ha sido un antes y un después. Hace años lo pasaba muy mal y desde que empecé con la terapia todo ha ido mucho mejor, estoy muy contenta de que cumpla ya 2 años (que se me han pasado muy rápido) porque realmente os lo merecéis por el gran trabajo qué hacéis.

Feliz aniversario y que haya muchos más.

Promethea me ha ayudado a aprender más sobre las personas, a conocerme a mí misma y a desarrollar mi autoestima.

Quiero destacar que he recibido un trato humano y con una confianza que me ha hecho sentir muy cómoda.

En un primer momento hasta yo era reticente a creer que la terapia era algo que realmente sirviese para solucionar los problemas de la gente. Creía en el tópico de que era algo necesario solamente para personas con problemas verdaderamente serios, y no para “inconvenientes” del día a día como los que yo consideraba que tenía pero que sin embargo me hacían sufrir casi a diario.

A día de hoy debo admitir con toda sinceridad que acudir a terapia ha sido una de las mejores decisiones que he podido tomar en mis 25 años, puesto que ha supuesto un punto de inflexión crucial en mi forma de ver y afrontar la vida y los problemas que se me pueden presentar en ella.

Prácticamente desde el primer momento hubo una conexión estupenda con mi terapeuta, en este caso Rocío, y ahora una vez finalizado el proceso puedo decir con total seguridad que es una persona hacia la que siempre sentiré una infinita gratitud por todo lo que me ha ayudado y comprendido durante toda la terapia.

No creo que haya muchos profesionales con esa calidad humana ahí fuera y es por ello que siempre que un amigo o familiar me ha preguntado acerca de mi progreso con intención de iniciar ellos una terapia, no he dudado ni un momento en recomendarles encarecidamente que acudiesen a Promethea.

Para mí Promethea ha significado un cambio: en mi forma de pensar, de sentir, de vivir. Me ha dado las herramientas para ser capaz alejarme de los malos pensamientos y centrarme en mis metas

Este gabinete de profesionales llegó a mi vida en uno de mis peores momentos. No me sentía bien conmigo mismo y para lo único que lograba salir de la cama era para tumbarme en el sofá. Me he sentido como un auténtico fracasado pero desde que he comenzado mi terapia, mi vida la veo de otra forma ya que me dan “herramientas” para afrontar mis problemas de otra manera y me ayudan también a dar ese otro enfoque que realmente necesitaba mi día a día. Estoy muy agradecido por su labor y recomiendo a todo aquel que se encuentre perdido y sin rumbo que tienda la mano al centro de psicología PROMETHEA. ¡Muy recomendable!

Realizo terapia desde mediados de 2017. Vivo fuera de España y, aunque no tengo ningún problema para comunicarme en el idioma del país donde resido, poder realizar la terapia en mi lengua materna es importante para mí.
Sentir la cercanía de mi terapeuta a pesar de la distancia física, tener flexibilidad de horarios, y que la única premisa necesaria sea un ordenador/tablet/teléfono y conexión a Internet, me parece una auténtica maravilla.

Para mí llegar a Promethea ha supuesto la oportunidad de abrir la puerta a todas las conversaciones pendientes que tenía conmigo misma, de ir poniendo «nombre y cara» a esos «interlocutores» que sin saberlo condicionan mis decisiones.

Érase una vez, una niña que tenía “monstruos” en su cabeza y no podía escapar de ellos. Un día se cansó y su madre y ella decidieron pedir ayuda. Buscando, buscando se encontraron con un lugar donde había unas chicas muy especiales y empáticas dispuestas a ayudarlas.

Cuando les contaron su historia, las chicas no dudaron en ayudarlas rápidamente, explicándoles que había solución para hacer desaparecer a esos desagradables “ogros”. Cuando hurgaron en el interior de la niña empezaron a quitar esos “gigantes” desagradables y ahondando encontraron muchas hadas a las que ni su madre ni ella le habían prestado suficiente atención.

Después de un tiempo a la niña solo le quedaban algunos “monstruos” y la madre ha aprendido cómo tratar a su hija para ayudarla a sacarlos.

Nunca me había sometido a terapia profesional, es más, pensaba que era algo que no me hacía falta y que los pequeños problemas que pudiese tener los podría solucionar yo solo. No podía estar más equivocado puesto que al ponerme en manos de Clínica Promethea, y tras una evaluación, detectaron algunos aspectos que había que pulir.

Después de unas sesiones de terapia estoy viendo los frutos. He mejorado en los aspectos personales y de mis relaciones de pareja, familiares y laborales que hemos tratado. La profesionalidad y rigurosidad de mi terapueta es palpable, mostrando además una atención y cercanía que me hacen sentir muy cómodo. Mi experiencia en la terapia que estoy siguiendo con Ester Álvarez es totalmente satisfactoria y recomendable.

Mi opinión sobre Promethea es de 10 de 10. No solo por el trato recibido como profesionales sino además por el trato personal. Nunca tengo la sensación de estar en una consulta, sino que al contrario siento que estoy hablando con alguien de confianza que no juzga nada de lo que diga o haga.

Para mí ha sido un antes y un después.