Por qué sucede la Inestabilidad emocional
La inestabilidad emocional ocurre cuando tenemos reacciones emocionales intensas, que cambian bruscamente, y que suelen acarrear consecuencias negativas. La inestabilidad emocional es un síntoma que suele estar en la base de muchos trastornos del ánimo.
Es habitual, que en un mismo día, todos experimentemos distintas emociones. Estas emociones van a tener distintas graduaciones o intensidades. Lo esperable es que en situaciones cotidianas tienda a haber un equilibrio entre ellas y no tengamos problemas emocionales de forma constante.
Sin embargo, en nuestro contexto actual, todos estamos sintiendo las emociones con más intensidad. Pasamos de una frustración elevada por no poder cambiar la realidad a una apatía que nos bloquea. Experimentamos una fuerte desesperanza hacia el futuro y transitamos a la ansiedad por percibir el entorno y el futuro como peligrosos. Parece que las emociones se entremezclan, y son demasiado intensas como para manejarlas. Estos cambios emocionales, si se dan de forma frecuente, nos llevan a un contexto de inestabilidad emocional.
Inestabilidad emocional como consecuencia de la separación
Una de las situaciones que más está generando inestabilidad emocional es el distanciamiento físico y emocional en las familias: entre padres e hijos, abuelos y nietos, o parejas.
Necesitamos sentirnos seguros y conectados con los demás. Las necesidades emocionales de protección y afecto tienen que estar atendidas y actualmente hay muchas personas que pueden estar experimentando su ausencia.
Notar estas sensaciones puede generar un mayor estrés, ansiedad, síntomas depresivos, problemas para dormir, o cualquier otro tipo de problemas emocionales. Si no lo identificamos puede que cuando se pueda retomar el contacto físico nos bloqueemos más por esta inestabilidad emocional y tendamos al aislamiento social.
Cómo podemos manejarla
Manejar la inestabilidad emocional para sentirse bien con uno mismo en este contexto es uno de los mayores retos. Algunas de las pautas que os recomendamos son:
1. Normalizad la situación: no es fácil regular las emociones en esta situación. Hay pocos pros y demasiados contras. Haremos lo posible con encontrar el equilibrio emocional, sin dejar que la autoexigencia se apodere de nosotros.
2. Buscad elementos que os aporten seguridad y protección: si lo que os daba seguridad ya no está tan presente, podéis apoyaros en otras personas. También podéis crear nuevos símbolos entre vosotros. Con los más pequeños, podéis crear algún símbolo en común (por ejemplo: una caja con recuerdos que pueda abrir cuando eche de menos a esa persona).
3. Mantened el afecto: recordad qué os gustaba hacer juntos, encajad horarios y mantened ese tipo de actividad o similar, compartiéndolo de forma online. Expresar lo que os echáis de menos, y cualquier necesidad emocional que tengáis.
4. Dedicad un momento al día para entrar en contacto con vuestras emociones. Podéis escribir sobre cómo os sentís o hablarlo con alguien para desahogaros. Una vez que os hayáis relajado, preguntaros: en presencia de esta emoción, ¿puedo decidir lo que quiero hacer? Siempre que haya emociones intensas va a ser más fácil que nos bloqueemos y no podamos hacer lo que teníamos previsto. Será más fácil si identificamos la emoción y le hacemos un espacio para poder sentirla y no reprimirla. Tenéis más información sobre esto en el post de vacunas emocionales para frenar el coronavirus.
Son sólo algunas pautas para que podáis manejar mejor esta difícil situación. Si os resultan insuficientes y necesitáis atención psicológica, desde Promethea nuestras terapeutas os pueden ayudar. Ofrecemos terapia individual y terapia de grupo.
Os recordamos que, para terapia presencial, podéis poneros en contacto con nosotras y pedir cita previa para acudir a nuestro centro de Psicología en Granada. Si vivís en cualquier otro lugar del mundo podéis optar por la modalidad de terapia online en la que tenemos amplia experiencia.