El sentido de la vida y la crisis de los 40
El momento crítico o “crisis” se va a generar cuando tomemos consciencia de lo que siempre hemos querido ser o tener y lo que somos y tenemos realmente. Muchas de las metas que queríamos conseguir no las hemos alcanzado y algunas puede que no las vayamos a lograr. Cuanto más diste este planteamiento ideal de nuestra realidad actual, mayor será el grado de la crisis. Todos atravesamos crisis, a veces por la etapa evolutiva en la que nos encontramos y otras, por situaciones circunstanciales (separación, muerte de un ser querido, etc.)
Algunas características de esta crisis son:
- Aparece la necesidad de ser jóvenes, de tener la misma energía, la misma iniciativa y vitalidad para hacer planes y probar experiencias nuevas.
- Tomamos conciencia de que estamos más centrados en la obligación que en el disfrute.
- Las mujeres suelen preocuparse más sobre el hecho de ser madres y la posibilidad de tener hijos, algo que está directamente relacionado con la inminente menopausia.
- Los hombres suelen frustrarse más por no haber cumplido sus expectativas profesionales o no haber alcanzado el estatus deseado.
- Si tienes hijos, te preguntas: ¿dónde ha quedado ese tiempo que era para mí?
- Si tenemos un perfil autoexigente y hemos perseguido siempre la idea de éxito y perfeccionismo, probablemente sentiremos con mayor intensidad esta crisis.
- Si tenemos una baja autoestima puede que en este momento nos cueste más tomar decisiones.
- Aparecen de forma más frecuente estas dudas: ¿Quiero esta vida el resto de mi vida? ¿He perdido el tiempo? ¿He fracasado?
Cómo afrontar lo que ya no puedes hacer
Darnos cuenta de nuestras limitaciones no tiene por qué suponernos un problema si logramos aceptarlas y seguir proponiéndonos nuevos retos. Pero si quizás no hemos ido haciendo lo que realmente queríamos puede que nos sintamos estancados.
La forma de salir de la crisis es atravesándola. Si hay algo que nos está causando dudas, malestar y sufrimiento hay que observarlo. Está ahí por algún motivo. Lo observamos, escuchamos y valoramos qué podemos hacer con ello. Hacer lo contrario: distraernos, evitar cualquier situación que te invite a la reflexión, provocará una sensación de alivio momentánea, que se transformará en un malestar mayor en pocos días.
Si gestionamos bien esta crisis y nos adentramos en ella, puede dar lugar a un gran crecimiento personal. Si hacemos lo contrario, y la evitamos, pueden aparecer síntomas de ansiedad, depresión, problemas para dormir, etc.
Busca tu propio sentido de la vida
En la vida muchas veces funcionamos en piloto automático, cedemos a la inercia y actuamos según los cánones sociales. Parece que hay una presión social que marca qué es correcto y qué no. Incluso en círculos sociales más íntimos, parece que las preguntas se centran en: ¿tienes ya pareja? ¿estáis pensando en casaros? ¿vais a tener hijos? ¿para cuándo la casa?
A veces repetimos estas preguntas como si estuviésemos programados para hacerlos. Otras veces puede que lo hagamos para evitar conectar con nuestro mundo interior y con el de los demás. Si nos ceñimos a un protocolo es más cómodo relacionarse con los demás y así evitar ciertos malestares.
¿Y por qué a pesar de cumplir o no con las expectativas sociales podemos no sentirnos satisfechos con nuestra vida actual? Los cambios emocionales deben ser escuchados y tenidos en cuenta. Hacer balance de cómo te sientes y de si quieres seguir tomando las mismas decisiones puede ser difícil, pero a la vez necesario. Ignorarlos te conduce a la insatisfacción porque no estás viviendo una vida acorde a tus valores.
Plantéate: ¿ante qué áreas de tu vida te sientes inestable o aumenta tu malestar? Elige cómo te gustaría ser en cada una de estar áreas, qué cualidades eliges para ti y decides paso a paso ir cambiando con pequeñas acciones. ¿Qué estás dispuesto a arriesgar para ir acercándote a lo que tú realmente quieres en tu vida?
Si crees que puedes estar atravesando una crisis en tu vida, estés en la franja de edad que estés, y te está costando encontrar el sentido de la vida, podemos ayudarte. En Promethea, nuestro centro de Psicología en Granada, contamos con equipo de psicólogas que pueden ayudarte. Si estás en Granada nos puedes visitar presencialmente y si no lo estás puedes pedir cita igualmente porque tenemos terapia online. ¡Contacta con nosotras!
Artículo escrito por
Rocío Pérez Lobato
Psicóloga de infantil y adultos
co-directora en Centro de Psicología Promethea