Qué es el trastorno del aprendizaje no verbal o TANV
Desde hace algún tiempo, recibo en consulta a padres, familiares y profesionales de la educación preocupados porque algún familiar o alumno/a ha recibido un diagnóstico de TANV (trastorno del aprendizaje no verbal) y no saben por dónde empezar para ayudar y mejorar el día a día del peque.
El trastorno del aprendizaje no verbal es tan desconocido como actual. Según TANV España, el TANV “es un trastorno del neurodesarrollo que afecta fundamentalmente a las funciones dependientes del hemisferio cerebral derecho. Los afectados de TANV presentan una marcada diferencia entre el CI verbal y el CI manipulativo“. Tener a un familiar con este trastorno presenta un verdadero reto en el día a día familiar, escolar y social. Y esta es la principal dificultad que se encuentran las familias y profesionales: la falta de información acerca del TANV a la vez que parece resultar un trastorno cada vez más común en la población infanto-juvenil.
En la actualidad, el trastorno de aprendizaje no verbal no está reconocido en el DSM 5 ni CIE-10 y no existen criterios comunes para definirlo, por lo que es especialmente difícil conocer la prevalencia de este trastorno. Su origen es aún desconocido.
Debido a esto, las familias y profesionales que tienen a un peque diagnosticado con trastorno del aprendizaje no verbal se encuentran perdidos y acuden a consulta con un aluvión de dudas al respecto.
Es un trastorno del aprendizaje bastante desconocido y que además es comúnmente confundido con TDAH o Asperger, lo que dificulta aún más la labor de evaluación psicopedagógica y posterior atención individualizada y adaptaciones escolares.
¿Cuándo debemos sospechar sobre el trastorno del aprendizaje no verbal?
Hay signos comunes que podemos observar en nuestros hijos/familiares/alumnos que nos pueden hacer saltar las alarmas y ante los que deberíamos consultar a un profesional de la pedagogía sobre su posible relación con el TANV.
Las señales más comunes son:
- Lentitud excesiva a la hora de realizar los deberes.
- Torpeza motriz.
- Ingenuidad e inocencia no acordes a su desarrollo cronológico.
- Escritura muy deficiente (prácticamente inteligible).
- Dificultad para expresarse por escrito.
- Dificultades de organización en el espacio y planificación.
Todas o algunas de estas dificultades se pueden dar (así como problemas de interacción social) incluso cuando hay un buen desarrollo verbal y una buena adquisición de vocabulario.
Si observáis gran parte de estos signos, es el momento de consultar a un profesional de la pedagogía acerca de la conveniencia de realizar una evaluación a vuestro peque.
Me encuentro bastantes casos en los que se “etiqueta” a los niños de vagos, torpes y desmotivados; cuando en realidad se enfrentan día a día a un reto en el ámbito académico y social, que les hace parecer desinteresados en las tareas y como peques con dificultades en el aprendizaje.
¿Cuáles son las principales dificultades que presentan las personas con trastorno del aprendizaje no verbal?
Dicho todo lo anterior, vamos a realizar un pequeño resumen de cuales son las principales características reconocidas en el TANV:
- Dificultades en la coordinación psicomotriz: escribir, vestirse, manejo de tijeras, uso de llaves, uso de cubiertos, saltar a la comba…
- Dificultades perceptivas y espaciales: dibujar, realizar puzles, organizarse en la hoja de papel, alineación de cifras, copiar figuras…
- Dificultades en la comunicación e interacción social: interpretar gestos faciales y tono de voz, interpretación literal de la comunicación, dificultad para realizar inferencias.
Con respecto a su rendimiento cognitivo, suelen presentar un rendimiento intelectual dentro del promedio, y tener más facilidad para tareas de memoria auditiva o de carácter verbal.
No suelen presentar problemas de atención a pesar de aparentar que están “en su mundo”.
Y después de la evaluación, ¿Qué hacemos?
Una vez finalizada la evaluación, si obtenemos el diagnóstico de trastorno de aprendizaje no verbal, será preciso que tanto su entorno familiar como académico, se familiaricen con las necesidades particulares para ofrecer la mejor atención y adaptaciones posibles.
Respecto al tratamiento, es importante centrarse en ayudarlos desde el punto de vista psicopedagógico, acudiendo a una pedagoga que os pueda ofrecer el correcto asesoramiento y pautas a seguir en el día a día para ayudarle a mejorar y aprender a convivir con ello.
En Promethea, nuestro centro de psicología en Granada, contamos con una pedagoga y un equipo de psicólogos en Granada. Puedes elegir la modalidad de terapia online o presencial, como mejor se ajuste a tus necesidades. En cualquier caso, no dudes en ponerte en contacto con nosotras, estaremos encantadas de atenderte. ¡Gracias por la confianza!
Artículo escrito por
Mónica Jaramillo Anaya
Pedagoga en Centro de Psicología Promethea