¿Qué es la discalculia?
Es un trastorno específico del desarrollo, de base biológica, que afecta profundamente al aprendizaje de las capacidades aritméticas y las matemáticas. Se suele definir como “dislexia matemática”, ya que es un de las dificultades en el aprendizaje relacionadas con las matemáticas.
La discalculia es independiente al nivel de inteligencia del niño. Esta dificultad del aprendizaje se centra en la capacidad de interpretar los símbolos numéricos y los conocimientos aritméticos como: suma, resta, multiplicación y división.
El niño que sufre discalculia, confunde los números y los signos y no consigue realizar cálculos mentales ni trabajar con abstracciones. Así, tienen dificultades para la realización de operaciones sencillas, recurriendo con frecuencia a los dedos.
Encuentran dificultades para cumplir con ejercicios académicos o tareas como problemas o cálculos matemáticos, entender el sentido de los números e incluso para escribirlos y leerlos. Los problemas para automatizar las tablas de multiplicar suelen ser uno de los rasgos más clásicos. Estos niños reflejarán problemas de estudio en esta área.
¿A qué edad se empieza a detectar la discalculia y en qué me debo fijar si mi hijo lo padece?
La discalculia se identifica desde la etapa escolar, y pueden encontrarse:
– Discalculia escolar natural: es aquella que presentan los alumnos al comenzar el aprendizaje del cálculo, desde comienzo del primer ciclo escolar (principios de primaria). Ésta se puede ir corrigiendo.
– Discalculia escolar verdadera: cuando en la segunda mitad del ciclo escolar (sobre los 8 años) no se observa evolución favorable que caracteriza a la discalculia escolar natural. Presiden y se afianzan los errores nos hallaremos en presencia de discalculia escolar verdadera.
La edad para detectar un problema de discalculia está entre los seis y ocho años, momento en que se introducen las matemáticas como materia independiente.
Los primeros indicios se pueden observar cuando el niño comienza a desarrollar las habilidades del aprendizaje aritmético. No realiza una escritura correcta de los números y no responde a las actividades de seriación y clasificación numérica o en las operaciones.
En un niño algo más mayor se observan problemas de estudio, les afecta el razonamiento, resultando imposible la resolución de los problemas aritméticos más simples. A medida que los pequeños van creciendo, todas estas dificultades se hacen más evidentes. Debemos evitar esperar a que se produzca el fracaso escolar para actuar.
Tratamiento para la discalculia
Ante cualquier duda, lo primero es una evaluación para su detección. Tras evaluación, se trabaja con ayudas pedagógicas escogidas en función de la edad, el nivel escolar y el tipo de dificultad dentro de la discalculia. Además, con ayuda de la pedagoga, hay que tener en cuenta si existen otras dificultades asociadas a la discalculia, como podrían ser la dislexia o la disgrafía.
En el Centro de Psicología Promethea ofrecemos pedagogía en Granada, ayudas suplementarias para comprender y ejecutar las matemáticas y motivarlos a estudiar. Al tratarse de niños con capacidad intelectual normal, las adecuaciones deben ser, en un primer momento metodológicas y no de contenidos.