Por qué pueden sentir miedo a salir de casa
Esta situación de paralización a todos los niveles nos está descolocando tanto a adultos como a niños. El confinamiento puede hacernos creer que el único lugar seguro es nuestra casa y que todo lo demás es peligroso. Esta creencia puede provocar mayor miedo a contraer el coronavirus y a evitar situaciones (como la de salir a la calle). O en el caso de que no se evite esta acción, puede realizarse experimentando un gran malestar (tensión, miedo, agobio o incomodidad). Pueden sentir más la urgencia de volver a casa que las ganas de estar un rato jugando en la calle. Con la psicología infantil como referencia, os damos una serie de pautas para hacérselo más fácil.
¿Qué podéis hacer para ayudar a vuestros hijos a enfrentarse al miedo a salir de casa?
1. Sed conscientes de cómo vosotros os sentís y estáis afrontando la situación. La única referencia que tienen de cómo sentirse y de qué hacer es la que vosotros les estáis transmitiendo. Para poder hacer esto sería conveniente que vosotros creéis un espacio al día para regular vuestras emociones y podáis transmitir seguridad y calma a los más pequeños.
2. Expresadles cómo os sentís vosotros cuando salís a la calle y preguntadles cómo se sienten ellos. Depende de la edad, es mejor que les pongáis ejemplos o que os ayudéis de imágenes donde aparezcan las emociones. Si perciben algo habitual reconocer emociones lo harán como una rutina más, sino tenderán a reprimirlas, pero no a no sentirlas. Por lo que puede que les acaben sintiendo un bloqueo emocional.
3. Evaluad sus miedos. Haced una tabla donde describáis mitos y realidades del contagio. Puede ayudar mucho a algunos niños que se sientan fuera de control. Así detectaréis el tipo de creencias que tienen sobre esta situación. Quizás no sólo tengan miedo a contagiarse sino a que alguien les regañe o a que venga la policía (es lo que han visto). Con los más pequeños, dibujad lo que les da miedo y lo que piensan que puede pasar, puede ayudarles a expresar. También, pueden utilizar sus muñecos para escenificar cómo podrían ayudarles si tienen miedo a salir de casa. A partir de ahí, transmitidles la realidad, diferenciándolo de la parte del miedo.
4. Recordadles las normas para generar en ellos más sensación de control.
- Salir una hora al día. Si sienten miedo, se puede empezar con menos tiempo, y a una hora que no vean a nadie por su calle.
- Saldrán con mamá o con papá y es importante que estén cerca de ellos cuando salgan.
- Si ven a otro niño o adulto de lejos pueden saludarles, pero todavía no pueden acercarse.
- Si tienen la posibilidad de tener una mascarilla, ¡nos la ponemos!
- Todavía no se puede ir a jugar al parque, pero pueden sacar algún juguete favorito y salir montado en bici o patín.
- Al llegar a casa, como ya saben, hay que lavarse bien las manos.
En función de la edad del niño podéis escribir las normas en un folio o dibujarlas formando una secuencia. El hecho de conocer lo que pueden hacer y en lo que tienen que responsabilizarse les va a ayudar a sentir que tienen el control y por lo tanto será más fácil que sientan menos miedo y agobio.
5. No les obliguéis a salir. Hay niños a los que les puede costar más adaptarse al cambio y el miedo a salir de casa no tiene que implicar nada más que eso. Si les presionamos y están sintiendo miedo, fortaleceremos su miedo y su agobio. Invitémosles a que se asomen a la terraza para que vean como otros niños juegan y se vayan haciendo a la idea.
6. Reforzad los logros. Algunos niños pueden disfrutar de haber salido a la calle y quieran hacerlo con más frecuencia de la permitida. Puede que ese límite les genere más agobio. Aquí tendremos que recordar todo lo que han logrado hasta el momento. Han conseguido estar más de un mes en casa, jugando, haciendo deberes y pasando más tiempo en familia. Esperanzadles con que cada vez nos dejarán ir saliendo más tiempo. Puede ser conveniente tener planificada una actividad que les suela calmar para los momentos que comiencen a sentirse así.
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