Qué es el sadfishing
El sadfishing es la acción de publicar problemas emocionales en internet con el objetivo de despertar compasión o atención en las redes en lugar de confiar en las personas del mundo físico.
No podemos saber de forma directa si alguien a través de sus publicaciones en las redes quiere utilizar esta plataforma para visibilizar un tema complejo y brindar un espacio de apoyo de forma genuina, o únicamente quiere tener más seguidores y ser más reconocido. Si es con este segundo objetivo hay que ser consciente de que pueden afectar potencialmente al bienestar de otras personas. Es un debate complejo. Incluso quizás su objetivo inicial pueda ser el normalizar un problema emocional y liberarse y acabe siendo tal el refuerzo social que, sin pretenderlo, acabe siendo adicto a él y necesitándolo.
Si bien cualquiera puede realizar el sadfishing, los famosos son los más comúnmente acusados por los usuarios de redes, sobre todo si han compartido detalles personales sobre sus problemas. Por ejemplo, cuando Justin Bieber publicó un comentario detallando sus problemas de salud mental, encontró una serie de respuestas, incluyendo algunas acusaciones de sadfishing.
¿Por qué lo hacemos?
Aunque el término sadfishing sea relativamente nuevo, realmente la acción que implica es algo que pasa desde siempre: la necesidad de aprobación y de atención para calmar nuestras emociones. Para sentir esa falsa sensación de seguridad y darnos valor a nosotros mismos.
En nuestro día a día, fuera de las redes, podemos ver muchos ejemplos de esto: cuando entramos en la queja de nuestro malestar con nuestra familia o pareja para que nos cuiden y estén más pendientes de nosotros. O cuando sentimos que no tenemos recursos suficientes para enfrentarnos a algunas situaciones y nos centramos en el “yo no puedo, no soy capaz”, y muchas veces es el otro quien acaba asumiendo esa responsabilidad y nosotros dependiendo de él.
La diferencia entre estos ejemplos y lo que ocurre con el sadfishing está en que la plataforma que tenemos con las redes nos permite que esto se haga de una forma mucho más rápida y aparentemente efectiva: llegar a muchas personas y con mucho menos esfuerzo. Y lo que hace a veces que esto se haga de una forma tan habitual es porque puede costar menos expresar tus emociones cuando estás escondido detrás de una pantalla. Pero Incluso haciéndolo de una forma genuina, ¿es útil esta forma de pedir ayuda o de liberarse en el mundo real?
Consecuencias del sadfishing en nuestra salud mental
– La principal consecuencia es que nos convertimos en dependientes emocionales de los demás: si no obtengo el reconocimiento, ayuda o compasión del otro, no me siento capaz, no valgo lo suficiente o me siento vacío.
– Comenzamos a vivir una vida por lo que creemos que los demás buscan en nosotros y no por nuestros valores y nuestras propias satisfacciones.
– No aprendemos a expresar nuestras emociones y necesidades de una forma honesta, útil y respetuosa para nosotros y para los demás.
– Generalizaremos este patrón de actuación a situaciones en las que emocionalmente no nos sintamos bien. Y esto nos llevará a sentirnos fuera de control, perdidos sin los demás, y a confiar menos en nosotros mismos, por lo que implicará una baja autoestima.
– Podemos sentir ansiedad, desánimo e insatisfacción cuando sintamos que los demás no nos están prestando atención ni ayuda, por lo que el malestar inicial será ahora aún mayor.
Estas son algunas consecuencias y a la vez podrían ser las causas de sentir la necesidad de llevar a cabo este tipo de conductas. De cualquier manera, la buena noticia es que este patrón se puede cambiar. Buscando las formas adecuadas de pedir ayuda, de expresar y regular las emociones y trabajando la confianza en uno mismo para dirigirte hacia donde realmente te importa en la vida.
Si te has sentido identificado, y crees que a veces tu forma de expresar tus necesidades no te es útil y acabas sintiéndote más inseguro, podemos ayudarte. En Promethea, nuestro Centro de Psicología en Granada, ofrecemos tanto terapia presencial como terapia online para cubrir tus necesidades. Ponte en contacto con nosotras y pregúntanos sin compromiso.
Artículo escrito por
Rocío Pérez Lobato
Psicóloga infanto juvenil y de adultos
en Centro de Psicología Promethea