¿Con quién nos conectamos?
Las nuevas tecnologías son elementos “claves” en nuestro día a día. Y no son “claves” porque sean imprescindibles para nuestra salud física y mental, sino porque asumimos que son parte de nosotros. Tanto adultos como niños, estamos conectados física y emocionalmente a ellos.
Y podríamos preguntarnos: ¿Pasamos con alguien querido tanto tiempo al día como con nuestro móvil? ¿Cómo es nuestra conexión con estos aparatos? ¿Qué nos aportan? Posiblemente nos aportan compañía: nos los llevamos al baño, a la comida, a la calle, al colegio o trabajo y a la cama. Son tan importantes para nosotros que no nos permitimos despegarnos de ellos.
Y a pesar de saber todo esto, y de saber que muy beneficioso no puede ser esto de tener una relación de dependencia con nuestro móvil, seguimos haciéndolo. Y por qué, pues porque no es tan fácil. Y si no lo es para nosotros, tampoco lo es para nuestras criaturas. A muchas familias os preocupa el uso que vuestros/as hijos e hijas hacen de las nuevas tecnologías. Por este motivo queremos refrescaros alguna información importante para que podáis tenerla en cuenta.
Nuevas tecnologías: ¿qué hay que tener en cuenta?
SEÑALES DE ALARMA
- A nivel personal: irritabilidad al no estar conectado/a, problemas emocionales y de sueño, se conecta a horas poco habituales, especialmente por la noche.
- A nivel social o académico: menor participación en la vida familiar, aislamiento social, cambios en el rendimiento académico.
FACTORES DE RIESGO
- Habilidades personales: baja tolerancia a la frustración, dificultad en habilidades sociales, falta de autocontrol e impulsividad, timidez, baja autoestima y fracaso escolar.
- Estilos educativos: accesibilidad descontrolada a las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), estilo educativo autoritario y entorno familiar poco cohesionado.
- Tecnología: juegos multijugador online, disponibilidad de las TIC en su habitación, otros miembros de la familia también hacen un uso inadecuado de las TIC.
- Influencia negativa del grupo de iguales.
FACTORES DE PROTECCIÓN
- Buena autoestima y equilibrio emocional → Podemos fomentarlo hablando de nuestras propias dificultades cotidianas, señalando las estrategias que has utilizado para solucionar alguna situación y dando ejemplo de cómo regulamos nuestras propias emociones.
- Habilidades sociales y capacidad para resolver problemas → Si el/la menor es hábil socialmente y sabe resolver los problemas que surgen, es más probable que no utilice la tecnología con el fin de abstraerse o de socializar.
- Buen clima familiar → una satisfactoria comunicación facilitará buscar arrope en la familia en vez de en la tecnología. Podemos fomentarlo mostrándoles disponibilidad afectiva.
- Establecimiento claro de normas y límites ajustados a la edad y necesidades → Determinar consecuencias a los actos asumiendo su responsabilidad
- Tiempo de ocio creativo y saludable → otras actividades agradables que les motiven y les mantengan activos tanto física como intelectualmente.
ESTRATEGIAS PREVENTIVAS
- Cómo-cuándo-dónde: establecer normas fijas del uso de los aparatos electrónicos. Qué páginas visitar, frecuencia de uso y espacio para hacerlo (preferiblemente zonas comunes).
- Participa en su aprendizaje: enséñales a navegar por internet de manera segura, ayúdales a entender la diferencia entre lo real y lo virtual, conoce las páginas en las que entran.
- Ocio y tiempo libre: fomenta estilos de vida sana y alternativas de ocio para entrenar habilidades sociales.
- Control parental online: uso de aplicaciones para restringir las páginas a las que pueden acceder en función de la edad y el contenido.
Si crees que te podemos ayudar a ti y/o a tu hijo o hija, ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos . En Promethea, nuestro Centro de Psicología en Granada, nuestro equipo de psicólogas estará encantado de atenderte. Puedes elegir terapia online o presencial, según se ajuste a tus necesidades.
Artículo escrito por
Esther Nuñez
Psicóloga de adultos e infanto-juvenil
en Centro de Psicología Promethea